Gangsters y Pulseras

En palabras del gran Groucho Marx debo confesar que nací a una edad muy temprana, lo cuál inevitablemente hizo que me interesara por los negocios desde muy joven. 

Tendría yo la tierna edad de 7 u 8 años y pasaba los veranos en casa de mi abuela, en ese tiempo que estaba allí veía la tele, comía golosinas variadas, exploraba por la casa, jugaba al ajedrez con mi tío y a los "ceritos" con mi abuela (de este juego he de destacar lo que siempre me decía "fíjate bien"). 

De las películas de mafiosos salio esa importante vocación de hombre respetable de negocios, y de reconocer que el "eres pequeño" nunca ha ido conmigo. Si lo pensamos detenidamente este primer negocio que os voy a contar no era del todo muy legal, así que no lo hagáis a menos que queráis ser gangster, lo cual implica el riesgo de terminar en la cárcel o cosido a balazos; o seáis pequeños y vuestra familia os lo permita. 

El negocio consistía en coger diferentes "artículos" por la casa, y venderlos a mis clientes fieles y habituales. En otras palabras, cogía cosas del salón, los cuartos de mis tíos, la cocina, etc; los colocaba perfectamente, creando un bonito escaparate y los vendía a mis tíos y abuelos. 

Si nos paramos un momento a reflexionar era un buen negocio ya que utilizaba inputs de coste cero, con lo que los ingresos coinciden con los beneficios. El problema es que la clientela era más limitada que los artículos a la venta. 

Al principio era muy gracioso, "mira, el niño ha montado un negocio, comprarle algo". Pero esto no podía durar porque mi padre decía esto era pedir dinero y eso esta feo. Lo cual me hizo recapacitar y llegar a la conclusión de que el fallo estaba en el producto. 

Entre otras cosas hacía pulseras de estas típicas de hilo con mi abuela y decidí que si era un producto hecho por mi, una manufactura etc etc, tendría más éxito.

Durante un tiempo funciono, pero mi clientela era limitada y en poco tiempo mis familiares llevaban hasta el codo de pulseritas de hilo. 

Al ver el éxito del producto nuevo decidí que había que mejorar el sistema de producción y ampliar el mercado objetivo, pero esto lo contaré en la próxima entrada.