Sin conocimientos especiales sobre lo que estaba haciendo empece a investigar sobre mis empresas. Miraba ratios que no entendía, leía las noticias sobre las actividades que estas empresas llevaban a cabo e iba mirando otras empresas para diversificar mis inversiones.
Iba tarde, primero se estudia el ciclo económico, la empresa, los datos macroeconómicos y luego se invierte si las expectativas son favorables.
Con mis primeras inversiones hechas el mercado estaba al alza, un día tras otro, iba ganando dinero. +0,58%, +1,43%, +0,75%, -0,33% (no pasa nada sigo ganando), +0,25%, -48%, -1,23%, +0,1%, -2,41% -0,92%. Algo empezaba a fallar el mercado poco a poco empezaba a cambiar la tendencia. Poco a poco mis acciones empezaban a valer menos. Ya no contaba lo que iba ganando y cuando me preguntaban como iban mis inversiones la respuesta era "ahí vamos".
Había cometido varios errores importantes:
- No tenía la formación necesaria y había metido dinero en algo que no conocía.
- Me había precipitado a la hora de elegir las operaciones, no estudie el mercado ni las empresas que compraba.
- No estudie adecuadamente las condiciones y comisiones de mi intermediario financiero además de no comparar con otros intermediarios. En ocasiones, sobre todo al invertir en acciones, las comisiones pueden comerse una parte importante de los beneficios o acrecentar las pérdidas.
- Consulte cosas erróneas a personas equivocadas.
- No vendí en el momento que debía.
- No conocía las diferentes herramientas de inversión.
- Hable más de la cuenta.
Encaminado a corregir mis errores empecé a leer prensa económica, busque información sobre los mercados financieros y me apunte a un curso de la Bolsa de Madrid.
Empece a ver donde estaban mis fallos, e intenté solucionarlos, en primer lugar pensé en diversificar mi cartera y fui comprando unas pocas acciones de diferentes empresas: Ercros, Solaria Energia, Iberia (la actual IAG), BBVA y Urbas.
El principio de diversificación se cumplía, las pérdidas de unas se compensaban con las ganancias de otras. Pero aun así seguía perdiendo dinero, ¿Qué pasaba? ¿Qué estaba haciendo mal? ¿El mercado se había vuelto loco? En las noticias hablaban de crisis ¿tendría algo que ver?
En la próxima entrada os hablaré de mi amigo el chino, su hoja de cálculo y la búsqueda del último céntimo.
Había cometido varios errores importantes:
- No tenía la formación necesaria y había metido dinero en algo que no conocía.
- Me había precipitado a la hora de elegir las operaciones, no estudie el mercado ni las empresas que compraba.
- No estudie adecuadamente las condiciones y comisiones de mi intermediario financiero además de no comparar con otros intermediarios. En ocasiones, sobre todo al invertir en acciones, las comisiones pueden comerse una parte importante de los beneficios o acrecentar las pérdidas.
- Consulte cosas erróneas a personas equivocadas.
- No vendí en el momento que debía.
- No conocía las diferentes herramientas de inversión.
- Hable más de la cuenta.
Encaminado a corregir mis errores empecé a leer prensa económica, busque información sobre los mercados financieros y me apunte a un curso de la Bolsa de Madrid.
Empece a ver donde estaban mis fallos, e intenté solucionarlos, en primer lugar pensé en diversificar mi cartera y fui comprando unas pocas acciones de diferentes empresas: Ercros, Solaria Energia, Iberia (la actual IAG), BBVA y Urbas.
El principio de diversificación se cumplía, las pérdidas de unas se compensaban con las ganancias de otras. Pero aun así seguía perdiendo dinero, ¿Qué pasaba? ¿Qué estaba haciendo mal? ¿El mercado se había vuelto loco? En las noticias hablaban de crisis ¿tendría algo que ver?
En la próxima entrada os hablaré de mi amigo el chino, su hoja de cálculo y la búsqueda del último céntimo.
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